O por qué si eres consciente de deficiencias en tu ciclo de metilación, si sufres de disfunción mitocondrial, inflamación crónica o fatiga, deberías tenerlo en cuenta a la hora de someterte a un procedimiento que requiera de anestesia o sedación.
El encuentro con el Propofol
Hace algo más de un mes visité una consulta de digestivo derivada por una médico de la unidad Immunomet del Hospital Beata Maria Ana de Madrid.
De esta primera consulta a Immunomet hablaré poco, pues no es el objeto de esta entrada y una vez más consistió en la evaluación con poco acierto de una serie de marcadores sobre papel y en el total y absoluto descarte de la información y la experiencia, sintomatología y procesos del ser humano al otro lado de la mesa.
En la consulta de digestivo tuve algo más de suerte y , aunque tal derivación no tenía mucho sentido, el ser humano que me atendió puso todo su interés, primero, en escuchar, y después, en entender y empatizar con el ser humano sentado en la silla de su consulta. Aparte de corroborar junto a mi lo inacertado del diagnóstico, o debería decir del no diagnóstico previo, me instó a hacer una colonoscopia para descartar divertículos u otra afección como fuente de SIBO.
He pasado los últimos años evitando la colonoscopia cada vez que se me ha sugerido. En la medida en que puedo, trato de evitarle a mi cuerpo procedimientos médicos/quirúrgicos no urgentes ni necesarios y que puedan generar efectos secundarios indeseables o empeorar la situación. Alguno habrá por ahí que me llame loca :-O.
Total, ante el interés del médico digestivo y como parte de una especie de «rendición» que me tiene desarmada y algo cansada de esfuerzos, recaídas y falta de respuestas, decidí pasar por ello.
Los resultados son la ausencia de hallazgos excepto el hecho de que al parecer tengo los intestinos algo «retorcidos», lo que puede ser causa de algo del «discomfort» digestivo.
El después de la prueba
Tengo otros resultados, que no vienen en forma de papel sino en forma de experiencia de la vida diaria. Y es que vuelvo a caer con la fatiga en máximos, cansancio extremo, sueño, falta de fuerza en las piernas, memoria de pez y una niebla mental bastante severa, lo que a su vez limita mi capacidad y mi «entusiasmo» a la hora de interaccionar con el exterior.
Mi intestino también está más inflamado y la inflamación sistémica de mi cuerpo se hace notar. Tengo algo de asma en fechas no habituales para mi (tengo un componente alérgico que da algo de guerra entre los meses de febrero y marzo habitualmente).
Hace tiempo que tengo conocimiento de la interacción y los posibles efectos adversos de determinadas anestesias con los defectos de metilación o con ciclos de metilación poco efectivos en general, y ese es uno de mis motivos para tratar de evitarlas. Pero nunca me he planteado cómo funciona una anestesia. Supongo que siempre vi esa interacción desde el aspecto de las capacidades limitadas de desintoxicación de alguien con polimorfismo en el gen MTHFR aunque esto aplica a cualquier situación que conlleve una metilación deficiente en presencia o no de polimorfismos. La falta de cofactores o la presencia de substancias tóxicas que impidan el correcto funcionamiento de las enzimas, como el aluminio o mercurio son de igual importancia.
Hace unos días, buscando respuestas a este «repentino» revés en cuestiones de fatiga y falta de energía, me encontré con este artículo que relaciona la endometriosis con el Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y decidí compartirlo. No porque asuma que, como dice el artículo», la endometriosis es una condición comórbida del SFC, pues a estas alturas ya tengo claro que todo ello no son más que etiquetas para ponerle nombre a determinadas situaciones, comportamientos, disfunciones de un ser humano que no puede dividirse en partes y donde la inflamación crónica, las infecciones, el estrés crónico, la disfunción mitocondrial y un sistema inmune hiperactivo hacen estragos.
Y hoy, han llegado, sin buscarlo, algunas respuestas.
Efectos secundarios de la anestesia con Propofol
Cuando entré a la sala donde me iban a realizar la colonoscopia, hablé con la anestesista para hacerle saber que tengo capacidades de detoxificación limitadas y tiempo ampliado de eliminación de anestesias debido una metilación no muy eficiente. Ésta me dio las gracias por hacérselo saber, y me dijo que utilizarían la dosis mínima de anestesia para empezar, y sólo la aumentarían en caso de que fuera necesario.
Una vez despierta de la anestesia, me confirmó que la dosis mínima había sido suficiente, para que lo tuviera en cuenta y pudiera informarlo si en otra ocasión era necesaria la anestesia. Estaría bien saber cual es esa dosis, pero parece que me quedaré sin saberlo. La velocidad con que se hacen este tipo de pruebas no da para largas conversaciones ni mucha interacción con el personal.
Cuando el conocimiento protege
Siendo consciente de que la anestesia, de una manera u otra podría causar dificultades en mi cuerpo, apoyé una vez hecha la prueba con los básicos que nunca me faltan. Antioxidantes en forma de vitamina C y glutatión liposomales, un multivitamínico con ácido folínico y las versiones adecuadas de b12. AntioxEnergy de Airbiotics que tiene algo de NADH y L-carnitina con vitamina C, y un complejo de cardo mariano con ácido alfalipoico y colina, también de Airbiotics.
Alguien dijo una vez que el conocimiento protege. O que el conocimiento es poder. Y el conocimiento de cómo funciono, de cómo funciona mi cuerpo y de qué puedo hacer para disminuir el daño o para mejorar lo inevitable, me permite disminuir y acortar síntomas que, de otra forma, serían mucho menos llevaderos.
Te dejo otro enlace importante acerca de la interacción de la anestesia y los polimorfismos MTHFR. Las consecuencias del Óxido Nítrico en estos casos, parecen ser las más estudiadas. De esto sí estaba al tanto. Sin embargo, no del «ataque mitocondrial» del Propofol. La disfunción mitocondrial no suele escasear cuando la metilación es deficiente. Eso sí lo sabía. Este aprendizaje, el del Propofol, ha venido por experiencia. Por cierto, si algún día puedo, te hablaré de las fluoroquinolonas. También, por experiencia.
La próxima vez que tu médico te diga que «eso del MTHFR» no es importante, quizá puedas querer transmitirle que sí que lo es. La epigenética es la clave, y puede que tengas polimorfismos que no se estén expresando y no causen síntomas. Eso a su vez será un signo de que las cosas, desde fuera, no se han hecho muy mal. Pero también puede que tengas síntomas, o que tus genes se estén expresando y causando toda una miríada de efectos a los que prestar atención.
Si, como yo, vas a «ensuciar tus genes» con algún procedimiento quirúrgico, medicamento, antibiótico o cualquier substancia en general que no deba estar en tu cuerpo, que sepas que puedes ayudar a «limpiar tus genes» y dar soporte a tu hígado para minimizar efectos secundarios y síntomas y apoyar a tu cuerpo en la recuperación.