Un nuevo estudio realizado por investigadores de la Universidad del Este de Finlandia es el primero en observar que la ingesta dietética de fosfatidilcolina se asocia con un menor riesgo de demencia. La fosfatidilcolina también se relacionó con un mejor rendimiento cognitivo. Las principales fuentes dietéticas de fosfatidilcolina fueron los huevos y la carne. Los hallazgos fueron publicados en el American Journal of Clinical Nutrition.
La colina es un nutriente esencial, que generalmente se encuentra en los alimentos en varios compuestos. La colina también es necesaria para la formación de acetilcolina, que es un neurotransmisor. Estudios anteriores han relacionado la ingesta de colina con el procesamiento cognitivo, y la ingesta adecuada de colina puede desempeñar un papel en la prevención del deterioro cognitivo y la enfermedad de Alzheimer. De hecho, la colina se usa hoy en día en una bebida médica multinutriente destinada al tratamiento del Alzheimer temprano.
El nuevo estudio ahora muestra que el riesgo de demencia fue 28% menor en los hombres con la mayor ingesta de fosfatidilcolina en la dieta, en comparación con los hombres con la menor ingesta. Los hombres con la mayor ingesta de fosfatidilcolina en la dieta también se destacaron en las pruebas que midieron su memoria y sus habilidades lingüísticas. Estos hallazgos son significativos, considerando que más de 50 millones de personas en todo el mundo sufren un trastorno de la memoria que ha llevado a la demencia, y se espera que el número crezca a medida que la población envejece. La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia, para la cual actualmente no existe cura. Los nuevos hallazgos pueden, por lo tanto, jugar un papel vital en la prevención de la demencia. La prevención exitosa de la demencia es una suma de muchas cosas y, en esta ecuación, incluso pequeños factores individuales pueden tener un efecto positivo en el riesgo general, posiblemente al prevenir o retrasar la aparición de la enfermedad.
«Sin embargo, este es solo un estudio observacional, y necesitamos más investigación antes de poder sacar conclusiones definitivas», señala Maija Ylilauri, estudiante de doctorado en la Universidad del Este de Finlandia.
Los datos para el estudio se derivaron del Estudio del factor de riesgo de cardiopatía isquémica de Kuopio, KIHD. Al inicio del estudio en 1984–1989, los investigadores analizaron aproximadamente 2.500 hombres finlandeses de entre 42 y 60 años de edad para determinar sus hábitos alimenticios y de estilo de vida, y la salud en general. Estos datos se combinaron con sus registros hospitalarios, registros de causa de muerte y registros de reembolso de medicamentos después de un período de seguimiento promedio de 22 años. Además, cuatro años después del inicio del estudio, aproximadamente 500 hombres completaron pruebas para medir su memoria y el procesamiento cognitivo. Durante el seguimiento, 337 hombres desarrollaron demencia.
Los análisis explicaron ampliamente otros factores relacionados con el estilo de vida y la nutrición que podrían haber explicado las asociaciones observadas. Además, se contabilizó el gen APOE4, que predispone a la enfermedad de Alzheimer y es común en la población finlandesa, sin mostrar un impacto significativo en los hallazgos. Las fuentes clave de fosfatidilcolina en la dieta de la población estudiada fueron los huevos (39%) y la carne (37%).
Este estudio ha sido traducido al castellano. Puedes acceder a la publicación original aquí.